¿Cuál es el verdadero mensaje detrás de la retórica de Milei?

La comunicación política tiene vastas lecturas para su estudio, inagotables cantidades de escritos por los mejores pensadores de la actualidad podrían arrojar luz sobre la comunicación del presidente de la Argentina, Javier Milei. No obstante, como en toda ciencia, siempre volvemos a los clásicos pues son ellos los que determinan finalmente el principio de todo.

POLÍTICA

Camila Lattes

4/18/20246 min read

El principal arquitecto del Nazismo fue, también, el profeta de Hitler como un Mesías. Joseph Goebbels fue el responsable del Ministerio de Educación Popular y Propaganda, creado por Adolf Hitler a su llegada al poder en 1933. Escribió los 11 principios de la Propaganda Nazi. Son principios que habitan en la mayor parte de las “fake news” que hoy circulan por las redes sociales. Pero, además, es posible analizar bajo su lupa la comunicación de Javier Milei.

Primero lo primero:

Quienes trabajamos en el ámbito de la comunicación y nos apasiona, principalmente, la comunicación política veníamos de varios años de preocupación por la desconexión entre el discurso político propiamente y la ciudadanía. Buscábamos maneras creativas y efectivas de que el mensaje llegue al electorado y en cuantiosas oportunidades veíamos su fracaso traducido en votos y en participación electoral.

Javier Milei irrumpió en la escena con una narrativa capaz de romper la cuarta pared, esa línea invisible e imaginaria que se crea ante una audiencia. Como en House Of Cards cuando Frank Underwood giraba para hablar con su televidente y lograba conectar de una forma sincera y hacerlo parte de la escena. Así, Milei logró llegar con un mensaje poderoso, efectivo, brutalista - en términos de Mario Riorda-. Y, como Juan Domingo Perón en 1945 habló a la plaza o Raúl Alfonsín en las pascuas de 1987, Milei logró hablar y que el pueblo le responda.

Rompió, también con la ilusión de transparencia, pues la ciudadanía no solamente escuchó su discurso, sino que empatizó con su emoción de enojo, odio y destrucción. Una sociedad argentina que, desde la desafección democrática del 2001 a la fecha, no solamente no creía en las ideas de la política como institución, sino que no encontraba en nadie la empatía con su emoción -quizás lo más cercano fue Mauricio Macri en el 2015, pero cuatro años más tarde se volvió a decepcionar- parecía inalcanzable que alguien lograra representarlos. Y Milei llega, de forma mesiánica, al escenario.

La propaganda del Mesías:

Joseph Goebbels estableció ciertos criterios de comunicación para la propaganda Nazi. No buscamos acá hacer un paralelismo de Javier Milei con Adolph Hitler (?) sino someter a riguroso análisis su discurso bajo los 11 principios.

Principio de simplificación y del enemigo único. Deben individualizar al adversario en un único enemigo, en este caso, LaCasta. Milei sintetiza en este término al demonio contra el cual luchar en un conflicto bélico que no tenga precedentes. LaCasta es la responsable de todas nuestras miserias, a ella le debemos vivir como vivimos, estar como estamos y sus privilegios son el precio que paga la “gente de bien” cuando gobierna el mal.

Principio del método de contagio. En la misma línea, el adversario es un único enemigo, no existe en la Argentina el peronismo, ni el radicalismo, ni el socialismo, ni el kirchnerismo. Todos son comunistas, y contra el comunismo luchamos. Porque ese adversario es al cual debemos vencer. Categoría que no se aplica solo a los partidos políticos, sino a un amplio espectro: la universidad pública, los venezolanos, los cubanos, los rusos, los chinos, la CGT, y podríamos seguir hasta terminar con los caracteres.

Principio de la transposición. Si estamos como estamos es porque LaCasta nos dejó inflación, y rompió el país, se adueñó de todo. -Como anteriormente lo fue “la pesada herencia”-. Y al ataque respondemos con ataque. Si la Libertad Avanza no puede negar una mala noticia, inventa otra que nos distraiga. Y esto lleva al próximo…

Principio de la exageración y desfiguración. Convertir cualquier anécdota en una amenaza. Si existe algo para lo que Milei es hábil – y su gabinete-, es para establecer agenda pública, política y mediática.

Principio de vulgarización. Toda propaganda, decía Goebbels, debe ser adaptada al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Así, Milei se separa de las teorías políticas duras para centrar su discurso en palabras que son lugares comunes, lejano a cualquier profundidad en el mensaje. Su odio es claro: sus metáforas sexuales al hablar, sus analogías siempre burdas. Si, a muchos de nosotros nos parecen aberrantes, pero Milei logra ser entendido y comprendido.

Principio de orquestación. Un número pequeño de ideas repetidas incansablemente. Presentadas una y otra vez desde diferentes perspectivas: dolarización/cierre del BCRA, vouchers educativos/terminar con la gratuidad de la educación. Muchas de sus propuestas eran una mentira absoluta, pero, como lo dijo Joseph, “si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad”. Y así, La Libertad Avanza y su ejército de trolls, difunden y alimentan fake news a troche y moche.

Principio de renovación. La idea es emitir constantemente información y nuevos argumentos a un ritmo tal que cuando el adversario responda el público esté ya interesado en otra cosa. Javier Milei -y su gabinete, principalmente Manuel Adorni- son absolutamente efectivos para lograr que la conversación sea sobre temas que, hasta que ellos los mencionaron, no le importaban a nadie, o nadie le prestaba la atención necesaria; y además, distrajeron el foco de lo que ya estábamos conversando.

Principio de la verosimilitud. Se busca construir argumentos a partir de fuentes diversas, a través de informaciones fragmentarias. Y así, Javier Milei toma siempre a los próceres como Juan Bautista Alberdi, el propio Carlos Menem, o los padres de la economía libertaria. Hace uso de sus teorías o sus pensamientos de forma personal, adapta sus conceptos a su forma de pensar y no viceversa. En síntesis: entiende y traduce según lo que le convenga en el momento de hablar.

Principio de la silenciación. Goebbels hablaba de acallar noticias que perjudiquen y silenciar al adversario con la ayuda de medios de comunicación afines. Milei disminuyó la pauta estatal a los medios de comunicación tradicionales privados y va contra los estatales -como el cierre de la Agencia Télam-. No obstante, en la propaganda política de hoy, también es necesario pensar y analizar las redes sociales. La Libertad Avanza, y Javier Milei, son un fenómeno de las RRSS. Una fortísima presencia en X, en TikTok y en Reddit logran posicionar temas, naturalizar la agresión y fortalecen una “tribuna” sobre la cual sus trolls y bots logran instalar cualquier mensaje que acalle o agreda a su adversario -LaCasta-.

Principio de la transfusión. Se trata de difundir argumentos que puedan arraigar en actitudes primitivas. Y así Milei se enoja de forma primitiva pero también, su equipo crea imágenes con una de sus principales aliadas: la Inteligencia Artificial. Siempre es un León magnífico, enorme, con la banda presidencial, que -no de forma inocente-, encierra a las masas en una jaula frente al Congreso de la Nación, haciéndoles creer que “las liberaba”.

Principio de la unanimidad. No es sencillo hacerle creer a la gente que “piensa como todo el mundo”, sin embargo, bajo el concepto de “lagentedebien”, lo lograron. Así se fortalece la idea de que “no estás solo, a mi también me pasa y por eso siento, actúo y gobierno como lo harías vos”. Así, enteramente, de peligroso es este discurso.

En conclusión:

Frente a un discurso populista, ¿existe alguna otra forma de expresarse políticamente, de forma más pluralista y que logre romper con la cuarta pared? Contrario al populismo podría ser un enfoque político más racional, pragmático y basado en evidencia, como por ejemplo, el liberalismo clásico. Si bien es evidente que Milei ha logrado conectar de manera impactante con una parte del electorado argentino, es crucial reflexionar sobre las implicaciones éticas y democráticas de su retórica. Este ejercicio nos recuerda la importancia de mantener un pensamiento crítico y estar alerta ante estrategias comunicativas que puedan desvirtuar la realidad y polarizar aún más a la sociedad. En última instancia, la comprensión profunda de la comunicación política de figuras como Milei nos invita a ser más conscientes y responsables en el ejercicio de nuestra ciudadanía y en la defensa de los valores democráticos.

Licenciada en Comunicación Social, apasionada por las ciencias sociales pero también flasheo con la física cuántica. Relativizo todo. Me cuestan dos cosas: los títulos y los finales, pero a veces me ayuda chatGPT. Inquieta, curiosa e intensa (todo lo que veo como algo positivo). Mamá de una gata que llamé Isabel La Gatólica. Feminista y Radicheta.