Milei: El líder “carismático” ¿Cuál es el límite de la confianza ante el riesgo del abismo?

Actualmente , el gobierno nacional se encuentra ante una encrucijada; gran parte de la gente se mantiene optimista debido a la imagen del “líder”. Su figura carismática y las promesas de un futuro mejor tras el ajuste, son tal vez la única razón que evitan una tensión social generalizada. Por ello, podemos preguntarnos: ¿Cuánto dura el amor a quien se presenta como el refundador de la Argentina? ¿Existe un momento en donde los números de una realidad que aprieta generarán la ruptura de la sociedad con sus gobernantes?

OPINIÓN

Salem Goldschimdt

5/8/20245 min read

Si buscamos el significado de “carisma” en el diccionario de la Real Academia Española, encontramos lo siguiente: “Especial capacidad de algunas personas para atraer o fascinar.” Sin duda, un concepto que podría aplicarse a Javier Milei, un “outsider” de la política. Su discurso tanto en campaña como en el ejercicio del poder se centró en mostrarse como alguien externo a eso que denominó como “casta”. Se presentó como un refundador de la nación, como un líder omnipotente que traía la verdadera solución a años de una supuesta decadencia de todos los aspectos de la sociedad Argentina.

Y si observamos los resultados, no podemos negar el éxito alcanzado. Un 30% en las elecciones, en sus primeros comicios en los que se presentó para un cargo ejecutivo, y alcanzando el éxito en el ballotage con un 55.65%, que le permitió asumir la presidencia. Llegó al cargo sin experiencia previa y sin un armado político nacional (ningún gobernador pertenece a su línea de gobierno), y para formar su equipo de gobierno recurrió irónicamente a todos los espectros de la “casta”. Desde el PJ, pasando por el PRO y hasta la UCR, que tantas veces criticó.

Pero todo esto que podría verse como adversidades desde el análisis político, para Milei (y sus seguidores) son más virtudes. La experiencia política, el discurso duro y crítico (por no decir violento) en contra de los adversarios, principalmente en redes sociales, son elementos que consolidaron su figura. Generaron en la gente devoción y confianza, así lo muestran las encuestas (Gráfico 1), a pesar de la realidad económica adversa, donde los sueldos no alcanzan y llegar a fin de mes cada día preocupa a más argentinos, parece ser que la figura del presidente se mantiene ajena a dicha realidad. Su imagen positiva se mantiene más bien alta, siendo en las dos fuentes consultadas mayor la valoración positiva que la negativa.

Es interesante buscar los motivos que llevan a la gente a permanecer fieles, incluso cuando existe certeza de decepción en algún punto, puede mantener la confianza. Esto se debe a la clara conciencia del incumplimiento de la principal promesa de campaña de Milei (Gráfico 2). Es claro el consenso de que la famosa “casta” no es quien paga el ajuste, no importa, lo dicho en campaña se olvida (o se perdona).

A pesar de todo, la gente sigue confiando. ¿Cuál es el motivo? Dicen por ahí que la esperanza es lo último que se pierde. Es probable que la esperanza sea lo único que le quede al gobierno, según encuestas (gráfico 3), sin dudas es amplia la cantidad de gente que ve ese horizonte de progreso, una especie de “primavera económica” que se alcanzará tras el sacrificio propio, a pesar de que habían dicho que iba a ser de la casta.

¿Dónde está el límite? ¿En qué punto se corta el hilo de la esperanza? Podría realizarse la analogía de Colón en su viaje por el Atlántico, que tras varios días con solo mar a la vista, sus navegantes empezaron a tener miedo y el miedo trajo consigo la irritación, que llegó a tal punto de pensar seriamente en tirar al capitán por la borda y dar vuelta para volver a lo conocido. El hambre y la desesperación no suelen ser muy pacientes. Ya sabemos cómo fue la historia, el 12 de octubre de 1492 lograron llegar a tierra, la cual Colón bautizó -producto de lo antes mencionado- “San Salvador”.

¿Cuánto tiempo más tiene Milei para avistar tierra? ¿Cuánto tiempo más tolerará la población navegar en un mar desconocido y peligroso? Existen elementos que cada vez apuran más, las olas que pegan contra el barco se vuelven cada vez más grandes, y son olas muy reales. Los números no mienten, y no es necesario ser analista para ver que la realidad económica Argentina está en estado crítico.

La inflación tiene números alarmantes (Gráfico 4), siendo -incluso- en aspectos claves (Educación, transporte y salud) superiores a la media. Pero no solo los costos son altos, la producción se encuentra en caída (Gráfico 5), la cual presenta una caída del 3,22 %, teniendo algunos sectores como la construcción una caída superior al 19 % (la eliminación de la obra pública tiene gran relevancia). Estos números macros se ven reflejados en la realidad cotidiana de las personas, como se ve en la caída interanual del consumo (gráfico 6), la cual es de un 3.8 % y dicha comparación se vuelve más grave si observamos la comparación con los ingresos de los hogares.

En conclusión, toda esta observación de diferentes indicadores económicos de la realidad argentina nos demuestran una cosa, estamos en estado crítico. La gente cada vez tiene menos ingresos y, por lo tanto, tiene menos capacidad de consumo, lo cual a corto o mediano plazo tiene impacto en toda la cadena económica. Dichos números son propios de una nación en crisis, dicha crisis repercute en el ánimo de la gente, en su sentir del día a día. Algunos ya perdieron sus trabajos, otros tienen miedo de perderlo y gran parte de los que los mantienen ven cómo sus ingresos cada vez les alcanzan menos.

Por ahora, -y quién sabe hasta cuándo- el presidente no es visto como el culpable, solo el tiempo dirá cuánto se mantendrá así. No se puede vivir eternamente de promesas de un futuro mejor, los relatos deben volverse realidad para mantener el carisma. Tensar la cuerda de la confianza solo va a generar que la misma se rompa, y cuando eso ocurre, rara vez existe una vuelta atrás en la relación del líder con su gente. La historia argentina es evidencia de ello. Milei se volverá uno más de los que defraudaron al pueblo con promesas vacías o, finalmente, tendrá el grito glorioso de “tierra a la vista” como el que hace más de 500 años le salvó la vida a Cristóbal Colón.

Soy profe de Historia y no, no se de memoria todas las efemérides. Me gusta mirar el pasado desde el lente del presente. También disfruto cuando ganan Boca y los Warriors. Lo mas importante es la Paz del día a día. En mis pensamientos políticos creo en la democracia y las instituciones como la base de todo. Para los progres soy muy facho y para los fachos demasiado progre.