Hacia dónde va la Yerba Mate en Argentina: Impacto del nuevo DNU

Los impactos de la desregulación del mercado de la yerba mate ¿qué pasará con el INYM? ¿Cuáles son las posiciones de Misiones y Corrientes? ¿Cómo afecta el DNU a los productores misioneros? y reflexiones sobre las condiciones de vida de los tareferos.

ECONOMÍA

Rodrigo Gómez

4/15/20248 min read

El inicio de abril trajo consigo la aplicación de nuevas reglas para la producción y comercialización de la Yerba Mate. Esto se debe a que entró en plena vigencia el DNU del presidente Javier Milei, que si bien fue rechazado en el Senado de la Nación, sigue teniendo validez hasta ser tratado por los diputados nacionales. El DNU comenzó a regir en diciembre, pero debido a normas anteriores que finalizaron el 31 de marzo, recién es en este mes que el mismo impactará en la actividad yerbatera. También es importante remarcar que el DNU está atravesando disputas judiciales que pueden modificar el impacto del mismo (estas disputas son tratadas en el siguiente apartado).

El DNU propone quitar algunas facultades al Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) con el objetivo de liberar el mercado para lograr una mayor competitividad y productividad. Entre las potestades de mayor relevancia que pierde el INYM con el DNU se encuentran la posibilidad de fijar un precio mínimo del kilo de la hoja verde y la Yerba Canchada. Estas medidas no son nuevas y podemos buscar ejemplos en la historia donde la desregulación del producto trajo graves problemas a los pequeños y medianos productores y no logró mejorar la productividad o abaratar los precios. Pero antes de analizar las posibles consecuencias, tenemos que ver las posturas de las dos provincias que producen yerba en el país, es decir, Misiones y Corrientes.

Posiciones encontradas

Poco tiempo después del cambio de gobierno nacional, el INYM quedó acéfalo. Si bien se habló de la designación del ingeniero agrónomo Daniel Notta para presidir el mismo, en los papeles dicha designación no se oficializó. Este dato es importante debido a que Misiones buscó propiciar reuniones para definir un precio mínimo, pero los representantes industriales y del gobierno correntino en la mesa no asistieron argumentando que el presidente de la institución no convocó a ninguna reunión, por lo cual no hubo quórum. El INYM cuenta con representantes de toda la cadena productiva y de los gobiernos de Misiones y Corrientes, y para fijar un precio necesita que la propuesta sea aceptada por unanimidad. En los casos en los cuales no había acuerdos, se enviaba a laudo la fijación de dicho precio. Esto quiere decir que los valores eran determinados por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. En este caso, debido a que no hubo quórum, no existió un desacuerdo, con lo cual no hubo posibilidad de fijar un precio a través del laudo. Es importante recordar que la mayor parte de los productores misioneros son pequeños y medianos, y las medidas de desregulación suelen beneficiar a las grandes empresas que tienen mayor sustento para aguantar los vaivenes del mercado. Corrientes, por su parte, cuenta con grandes empresas al norte de su provincia y su estructura productiva no está conformada por una gran cantidad de pequeños productores. Debido a esto es que encontramos posiciones diferentes a la hora de regular o no el mercado.

En los últimos meses, el gobierno misionero realizó reclamos judiciales para impedir el avance de estos puntos del DNU, pero los mismos se encuentran en proceso. Misiones obtuvo un fallo a su favor, pero el gobierno nacional apeló el mismo. La apelación fue rechazada por la Cámara Federal el día 09/04 quedando el caso en manos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. Hasta que la Corte resuelva la disputa el INYM deberá recuperar la potestad para fijar los precios. También circuló la propuesta de crear un instituto provincial de la yerba mate, pero hasta el momento la misma no tuvo éxito y es difícil que prospere.

Otras dos medidas que afectan a los productores: límites de plantación y apertura de importación de productos de la canasta básica

En las últimas semanas se conoció la decisión del gobierno nacional de permitir la libre importación de productos alimenticios. Esta medida preocupa al sector yerbatero ya que propicia la importación de yerba proveniente de Brasil o Paraguay. Estos países cuentan con otras reglas y sistemas para la producción de la misma y eso hace que la competencia sea desleal. Entonces, ya no solo hablamos de una competencia desigual entre pequeños y grandes productores, sino que debemos sumar la entrada de yerba de otros países que pueden llegar a ofrecer precios más bajos para competir. El ingreso de yerba (bajo cualquiera de sus formas) en grandes cantidades provenientes de estos países puede provocar una sobreoferta de la misma y afectar gravemente a una de las principales actividades económicas misioneras.

La desregulación a la que apunta el presidente también da pie a resolver a favor de Corrientes una vieja disputa: el límite de plantación de hasta 5 hectáreas por año por empresa. Hace unos años, el INYM limitó las plantaciones nuevas a 5 hectáreas por año por productor a través de la resolución 170/21. Esta entró en vigencia, pero también entró en una disputa judicial entre Corrientes y el Instituto. La medida fue tomada por dos motivos de vital importancia. La primera se refiere a evitar la sobreproducción de Yerba Mate y la consecuente caída de precios y crisis de los pequeños y medianos productores. La segunda busca cuidar el medio ambiente evitando que se produzcan desmontes con el objetivo de plantar Yerba Mate en más hectáreas. Con el INYM como un mero ente de promoción y fomento, la resolución puede quedar nula y el sector yerbatero se encamina a un nuevo escenario de mucha producción que será conflictivo si no hay una demanda en alza que la acompañe.

Pensemos históricamente

En Misiones, la yerba mate tiene una importancia que trasciende la esfera de la economía y hace que este producto sea fundamental para la provincia en la cultura, la sociedad y la historia. El 90% de la producción nacional de yerba mate se realiza en nuestra provincia. Además, el consumo de la misma en la región viene de siglos atrás. Los pueblos guaraníes ya la consumían y la planta fue adaptada para el cultivo con la llegada de los jesuitas. Por otro lado, y como remarcaba el Dr. Lisandro Rodriguez en una entrevista en “Con el Diario del Lunes”, Misiones es la única provincia que a partir de 1926 se coloniza exclusivamente con yerba mate. Es decir, los inmigrantes que llegaban a la provincia se encontraban obligados a plantar una determinada cantidad de yerba y ese proceso de colonización junto con las condiciones geográficas e históricas fueron conformando un determinado paisaje en Misiones. Este paisaje refleja la existencia de una gran cantidad de pequeños y medianos productores (de hasta 25 hectáreas) organizados en su mayoría en cooperativas para poder hacer frente a las distintas variables del mercado. Hoy en día se calcula que los productores, propietarios de estas hectáreas, son alrededor de 15,000.

Luego del proceso de colonización, la expansión de la producción fue acelerada y esto, sumado a la importación de yerba de Brasil, en la década del 1930 produjo la primera crisis de sobreproducción de yerba. Los precios de la hoja cayeron y los costos de producción hicieron que no sea conveniente seguir produciendo. Es por eso que en 1935 se creó la Comisión Reguladora de la Yerba Mate (CRYM) y el Mercado Consignatario. Los objetivos de este organismo estatal fueron regular el mercado de yerba evitando las crisis (con cierto grado de éxito) y autorizando o prohibiendo plantaciones de acuerdo al contexto. Cabe destacar que la existencia de estas instituciones, que si bien mediaron la actividad durante 50 años, no evitaron que se produjeran grandes concentraciones de plantaciones de yerba o crisis de sobreproducción. Es por ello que hubo años en los cuales se prohibió la cosecha. La CRYM funcionó hasta la década del 90, pero ya tuvo grandes problemas en los años 80´ debido a la falta del producto que, si bien hacía que el mismo tenga un buen precio para los productores, llevó a que pierda injerencia el Mercado Consignatario y a que los productores vean con muy buenos ojos desregular el mercado para poder producir sin restricciones.

Los primeros años luego de la disolución de la CRYM fueron buenos para el sector, pero la desregulación provocó desde mediados de la década del 90 una fuerte concentración de tierra, caída de precios de la hoja, inviables costos de producción (los precios de la hoja bajaban, sin embargo tanto la yerba en góndola como los otros productos aumentaban o mantenían su valor haciendo imposible seguir en el negocio para muchas familias) y movilizaciones de productores que reclamaban nuevamente la intervención en el mercado para no ser víctimas de una competencia altamente desleal en la cual los grandes empresarios podían aguantar tiempo vendiendo con precios bajos hasta provocar la quiebra de los pequeños productores.

Con este escenario a finales de los 90, no solo sufrieron los pequeños propietarios, sino que también los trabajadores rurales eran víctimas de salarios paupérrimos e incumplimientos en los pagos, algo que se sumó a las pésimas condiciones laborales del sector, el cual históricamente fue contratado durante una parte del año, quedando luego desprotegido. Por esto, tanto trabajadores rurales cómo pequeños y medianos propietarios encabezaron una serie de protestas que tuvieron entre ellas al reconocido “tractorazo”. Estas movilizaciones provocaron que en el año 2002 se creara el INYM, que si bien tuvo objetivos comunes y referencias en lo que fue la CRYM, este no contaba con el Mercado Consignatario, descuidando el ya complejo y concentrado proceso de comercialización (que es donde se produce la mayor concentración, se estima que al día de hoy existen alrededor de 15 molinos que realizan el proceso de industrialización y comercialización) y además teniendo menores atribuciones centrándose sobre todo en los controles de calidad, la promoción y la fijación de los precios de hoja verde y canchada.

En este mes, luego de 22 años, el INYM ya no fijará un precio mínimo. Nuevamente hay sectores que piden liberar el mercado sin preocuparse por las consecuencias de esto a futuro. Cabe destacar para todos los lectores amantes del mate, que esta liberalización del mercado no necesariamente significa un precio de yerba más barato en góndola. Si bien puede darse una caída o estancamiento por un tiempo, el mismo será provisorio hasta que se resuelva la disputa entre pequeños propietarios que buscarán no perder sus tierras y fuentes de trabajo y grandes empresas que buscarán cooptar la mayor parte del mercado.

Quedan de lado en estas discusiones y son un tema pendiente para otra columna los trabajadores rurales. Se estima que son entre 15,000 y 20,000 los tareferos en la provincia. Su posición es la más débil en la cadena ya que no se habla hoy de las mejoras en sus condiciones laborales y corre peligro el ya deteriorado subsidio interzafra que perciben y que al día de hoy no alcanza ni para los alimentos básicos. Las soluciones al problema deben tener en cuenta sus condiciones. La yerba mate necesita ampliar su mercado, regular la producción, evitar la concentración, modificar las cargas impositivas y garantizar una competencia limpia que no provoque la quiebra de miles de productores y la explotación o pérdida de trabajo de los trabajadores rurales.

Soy profesor de historia (si saben de alguna vacante, llámenme), estoy intentando ser licenciado y soy papá de dos perritas. Soy hincha fanático de San Lorenzo y, obviamente, amo a Messi (ojalá estés leyendo esto, Messi). Pueden escucharme en "Con El Diario del Lunes", un podcast tan bueno como intermitente que hacemos con amigos, donde hablamos de varios temas.